Hace una semana, una amiga me pidió que le pasara unas fotos de la semana universitaria del año pasado. Cuando reviso mi archivo noté una carpeta a la que hacía mucho tiempo no entraba: HUEVIN/2005/CORTO. Clickié con mucho miedo al no saber que encontraría, más bien, temor de verme en una de las etapas que revolucionó mi vida.
Fue un corto de prostitutas para un curso de la universidad. Las chicas de mi grupo nos comimos el roche y, armadas de minifaldas, escotes y un maquillaje vergonzoso, nos lanzamos a grabar las primeras escenas. Nuestro espectacular escenario fue la intersección de Domingo Orúe con Recavarren –para los no ubicados– es una de las esquinas del famoso Chicago chico.
En nuestro primer día de grabación, no recuerdo el día pero eran casi las 9 de la noche, nos gritaron de todo. Como teníamos público, el serenazgo cercó nuestra esquina para que los faltosos de la zona no hagan gajes de su oficio (entiéndase, robo, manoseada, etc). Valga decir que fuimos dos días a grabar esta escena porque a la primera le falto iluminación (el profe alucinaba que estábamos es universal studios ¡joder!).
Risas, pobreza, sexo, muerte y amistad fue lo que conseguimos en una semana de grabación. Sheyla, Alessandra, Ada, Lucía, Maripí y yo, la pasamos excelente sumergiéndonos por horas en un mundo que creíamos tan ajeno al nuestro.
La edición fue de locos, teníamos muy clara la línea narrativa pero no llegábamos a consenso sobre cuales eran las mejores escenas, pues de cada una teníamos como diez. Terminamos de pegar todas las tomas, musicalizar, poner efectos, en fin, post producción, y llegamos a un pequeño problemita: ¿cómo se iba a llamar el coso? (coso era nuestra forma de llamar a lo que no conocíamos).
Se nos acababa el turno de edición y nadie tenía una idea que al menos pareciera brillante. Ada se puso a revisar la letra de las canciones de Arjona –su cantante favorito– a ver si nos ayudábamos en algo. Cuando llegó a Mujer de lujo, a todas nos brillaron los ojos, la última frase que había leído nos parecía perfecta para nuestro bebé de tres minutos.
La chamba valió la pena, sacamos 19 (buena atmósfera nos dijo el profe). No sé y la verdad no nos importaba que dijera el profesor; ese era nuestro hijo, nuestro futuro de nada.
Fue un corto de prostitutas para un curso de la universidad. Las chicas de mi grupo nos comimos el roche y, armadas de minifaldas, escotes y un maquillaje vergonzoso, nos lanzamos a grabar las primeras escenas. Nuestro espectacular escenario fue la intersección de Domingo Orúe con Recavarren –para los no ubicados– es una de las esquinas del famoso Chicago chico.
En nuestro primer día de grabación, no recuerdo el día pero eran casi las 9 de la noche, nos gritaron de todo. Como teníamos público, el serenazgo cercó nuestra esquina para que los faltosos de la zona no hagan gajes de su oficio (entiéndase, robo, manoseada, etc). Valga decir que fuimos dos días a grabar esta escena porque a la primera le falto iluminación (el profe alucinaba que estábamos es universal studios ¡joder!).
Risas, pobreza, sexo, muerte y amistad fue lo que conseguimos en una semana de grabación. Sheyla, Alessandra, Ada, Lucía, Maripí y yo, la pasamos excelente sumergiéndonos por horas en un mundo que creíamos tan ajeno al nuestro.
La edición fue de locos, teníamos muy clara la línea narrativa pero no llegábamos a consenso sobre cuales eran las mejores escenas, pues de cada una teníamos como diez. Terminamos de pegar todas las tomas, musicalizar, poner efectos, en fin, post producción, y llegamos a un pequeño problemita: ¿cómo se iba a llamar el coso? (coso era nuestra forma de llamar a lo que no conocíamos).
Se nos acababa el turno de edición y nadie tenía una idea que al menos pareciera brillante. Ada se puso a revisar la letra de las canciones de Arjona –su cantante favorito– a ver si nos ayudábamos en algo. Cuando llegó a Mujer de lujo, a todas nos brillaron los ojos, la última frase que había leído nos parecía perfecta para nuestro bebé de tres minutos.
La chamba valió la pena, sacamos 19 (buena atmósfera nos dijo el profe). No sé y la verdad no nos importaba que dijera el profesor; ese era nuestro hijo, nuestro futuro de nada.
La foto es del primer día de grabación.
Hola Autoerrática.
ResponderEliminarPensaba que no estaría mal compartir tu roche con la gente, digo, subir el cortito a youtube ¿eh? ;=)
Gracias por enlazar a Cinencuentro y bienvenida a la blogosfera.