Sueños 9

–Chicas, aquí! –dijo Emilia sonrojándose, les estaba guardando lugar en la cola para los horarios. Mientras esperaban se pusieron a cotejar cursos, las cuatro -Jackie ya había llegado -llevarían cursos de estudios generales juntas. La fila avanzaba peor que tortuga. El mal humor ya estaba rondando a las chicas.

–¿Chofi? –dijo una voz a espaldas de Sofía, ésta se giro, abrió los ojos –no me lo puedo creer! –dijo casi gritando y saltando sobre la extraña para abrazarla. Se soltaron, seguían con las manos agarradas –ahhhhhhh –gritaban y saltaban, la felicidad de ese encuentro era palpable.
–Llari, no puedo creer que estés acá, ay! cómo te extrañé, hija de puta –dijo Sofía dándole una palmada en el hombro. –Desgraciada te he estado llamando desde que llegué al país y nada, y yo soy la hija de puta? Para descarada tú, reina –dijo Llari haciéndose la ofendida. –Cuando vine, olvidé el celular en casa y no he tenido tiempo de comprar otro, pero existe el mail, el facebook, twitter, etc, etc, así que no hay excusas srta –dijo Sofía con sorna. –Sabes que soy poca de esas cosas, pero te voy a hacer caso y me voy a unir a la modernidad –dijo Llari estirando los brazos, dejó a Sofía en segundo plano y soltó una carcajada –mi amor, me parece que hemos dado un espectáculo –dijo señalando con la cabeza a las tres muchachas que las miraban sorprendidas. –Sí, mi vida, cuando no tú logrando que haga papelones –dijo Sofía y soltó un beso al aire.

–Señoritas, cierren la boca, no sé que están pensando, pero les presento a una de las personas más importantes de mi vida, mi mejor amiga, Illari Ramos-Vigil, pero entre amigos la llamamos Llari –dijo Sofía con orgullo. –Hola –dijo Llari dibujando un arco con la mano. –Ellas son Emi Gonzáles, Marlen Palomino y Jackie…¿ups, cuál era tu apellido? –dijo Sofía sonrojándose, –Huayhua –respondió Jackie un tanto incómoda. –Bueno, y Jacqueline Huayhua, ellas son mis nuevas amigas –dijo Sofía sonriendo. Todas dijeron Hola!, el clima quedó un poco incómodo. –Llari, vas a hacer el horario? –preguntó Sofía, –sí, una real cagada, porque no nos dieron turnos, que ahora hay que hacer todo este trámite –respondió Llari fastidiada. –Ya está cholita, fue, no hay de otra –le dijo Sofía.

Una hora y media después las chicas salieron con sus horarios en mano, cansadas por la jornada. Se despidieron. –Chofi, comemos? –preguntó Llari, –siiii cuéntamelo todo y exagéralo –respondió Sofía. Caminaron hacia el estacionamiento –epa! vaya juguetito –dijo Sofía dándole palmaditas a la renault koleos 2012 negra estacionada frente a ella. Illari se dirigió a la puerta, desactivo los seguros –subes? –dijo, –obvio– respondió Sofía. Se fueron.