Páginas

jueves, 15 de enero de 2009

Paradero 1


Yo siempre he soñado con tener la vida sobre ruedas, tal vez, algún día, un Peugeot, un Ferrari, un Lamborghini o un Audi. ¡Dios, por fis! Cualquier cosa de cuatro ruedas. Y sí, mi entrañable fe me dio las cuatro ruedas, pero nunca conté con que de yapa vendrían los roces, empujones, mal olor, pie derecho, plancha, una china, etc… un calvario motorizado que Lima la horrible le puso por chapa ‘Combi’.

Más insegura que el carajo, no está demás darse unas buenas persignadas antes de treparse, literalmente, con el típico 1,2,3… pa’ rriba. Mis dotes acrobáticos afloran al máximo, ya podría un cazatalentos del Cirque du Soleil llevarme a sus tarimas.

¡Al fondo hay sitio!, pero es que son idiotas, más bien yo soy la idiota por ver el atiborrado de gente y subirme sin más. Colgada de la puerta como mona en sus rejas, pero con el aliciente de que al menos el aire golpea mi cara y no tengo que soportar los fétidos aromas que el ser humano puede ser capaz de expulsar a las 7:30 de la mañana. Y, por supuesto, no puede faltar mi querido medio pasaje, no se puede ser más roña, grrrr.

Pero bueno es la ciudad en la que vivo y el transporte que necesito para moverme, y el único que puedo pagar por ahora. Mis amigas van en taxi a todo sitio y las aplaudo, el que puede, puede, y los que no, como yo, que lloren y chapen su combi.

Es mi pequeño mundo ambulante de donde he sacado montones de historias para contar en tardes de café y que ahora quiero compartir con ustedes. Un mundo muy peculiar en donde el que está a tu lado importa más de lo que te puedas imaginar. Nos vemos en el siguiente paradero.

¡Baja en la esquina!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Expulsa tus ideas

Bailan conmigo


contador de visitas para blog