Iban
en el auto, cantando, charlando –a dónde vamos?, a un restaurant o cocinamos en
mi depa? –preguntó Llari. –Mmmm vamos a comer pescado? Hace tiempo que no como –respondió
Sofía. –Bueno, bueno lo que mi negrita linda quiera –dijo Llari largando las
carcajadas. –Estúpida, mímame, te largas de viaje, me dejas abandonada, ni un
puto mail me mandaste, así que ahora trabaja para reconquistarme, jum! –dijo
Chofi haciéndose la triste. –Ya, ya, cómo te pones, cuando te cuente todo vas a
entender por qué me desconecté –dijo Llari levantando las cejas.
lunes, 30 de julio de 2012
domingo, 29 de julio de 2012
Te amo Perú...
No es este tu país
porque conozcas sus linderos,
ni por el idioma común,
ni por los nombres de los muertos.
Es este tu país,
porque si tuvieras que hacerlo,
lo elegirías de nuevo
para construir aquí
todos tus sueños.
Marco Martos, poeta peruano.
miércoles, 25 de julio de 2012
Sueños 9
–Chicas,
aquí! –dijo Emilia sonrojándose, les estaba guardando lugar en la cola para los
horarios. Mientras esperaban se pusieron a cotejar cursos, las cuatro -Jackie ya
había llegado -llevarían cursos de estudios generales juntas. La fila avanzaba
peor que tortuga. El mal humor ya estaba rondando a las chicas.
–¿Chofi?
–dijo una voz a espaldas de Sofía, ésta se giro, abrió los ojos –no me lo puedo
creer! –dijo casi gritando y saltando sobre la extraña para abrazarla. Se soltaron,
seguían con las manos agarradas –ahhhhhhh –gritaban y saltaban, la felicidad de
ese encuentro era palpable.
domingo, 22 de julio de 2012
Sueños 8
Sofía siente llegar a Marlen, revisa el reloj y
se prepara para el desayuno –no me lo vuelvo a perder –dijo en voz alta.
Marlen, por su lado, hacía lo mismo. Ya listas para ir a desayunar. Salen y
llegan juntas al comedor. Cogen una bandeja, hacen la cola y se sirven el
desayuno. Miran alrededor –pucha, no hay mesas –dijo Marlen, –a ver!!! mmmm–
decía Sofía mientras observaba mesa por mesa, –creo que ya encontré una,
sígueme –y empezó a caminar.
Llegaron a una mesa en dónde había dos vasos con agua y dos muchachos de anteojos sentados alrededor de ella. Sofía miró a Marlen, tomó aire –hola, ¿les molesta si nos sentamos? Es que no hay más lugares y como hay dos sillas libres, bueno, espero que no les moleste – dijo con tono de timidez y dándoles una pequeña sonrisa. –Ehh sí, claro, este usen la mesa no más, nosotros ya nos íbamos –dijo uno de ellos quién no podía sostenerle la mirada a Sofía, mientras ésta colocaba su bandeja sobre la mesa y se jalaba la silla para sentarse.
Llegaron a una mesa en dónde había dos vasos con agua y dos muchachos de anteojos sentados alrededor de ella. Sofía miró a Marlen, tomó aire –hola, ¿les molesta si nos sentamos? Es que no hay más lugares y como hay dos sillas libres, bueno, espero que no les moleste – dijo con tono de timidez y dándoles una pequeña sonrisa. –Ehh sí, claro, este usen la mesa no más, nosotros ya nos íbamos –dijo uno de ellos quién no podía sostenerle la mirada a Sofía, mientras ésta colocaba su bandeja sobre la mesa y se jalaba la silla para sentarse.
martes, 17 de julio de 2012
Sueños 7
Toc, toc –Sofía
sintió la puerta entre sueños –pero lptm qué hora es? –miró el reloj –las 5:30
a.m. puf –se paró refunfuñando, –a quién se le ocurre fastidiar a esta hora,
por favor? Dónde dejaron la educación ahhhh –renegaba mientras caminaba a la
puerta principal del mini departamento a paso de tortuga. Toc, toc, toc, toc –insistían
en la puerta –ya voy!! –gritó Sofía entre molesta y cansada, giró la perilla,
abrió un poco la puerta, miró a la persona que había estado tocando y levantó
una ceja –quién en su sano juicio se levanta a esta hora y está maquillada? –pensó
al mirar a la muchacha quien la estaba viendo de pies a cabeza. –Me despertaste
por algún motivo o golpeas las puertas sólo de mala costumbre??? Quién eres? Qué
quieres? –dijo Sofía un poco cabreada. –Ay! hola, sorry por despertarte pero se
suponía que Marly ya debería estar lista –dijo la chica y se colocaba el pelo
detrás de la oreja una y otra vez. Lo único que Sofía pensaba era en 1° lo mal
maquillada que estaba esa mujer, 2° el horrible tono de voz y 3° Marly?? Dijo Marly,
no pudo evitar sonreír. –De qué te ríes? –preguntó la muchacha un poco
fastidiada, –de nada, ya vengo, voy a despertar y avisar a MARLY (puso énfasis
en la palabra) que la busca???? Quién eres? –dijo Sofía. –Por fa, dile que
Jackie está acá –pidió la chica sin dejar de tocarse el cabello.
viernes, 13 de julio de 2012
Sueños 6
Las 9:25
a.m. marcaba el reloj del comedor y ella sólo había logrado comer un plátano
que, por pena, le había dado la señora Gloria (la encargada de la cocina). –Por
qué no habré prestado atención a las palabras de la Srta. Arias –bufó. Se
levantó de la silla, tiró la cáscara del plátano en el tacho de basura y caminó
hacia el hall.
Había unas
30 personas, entre hombres y mujeres de distintos tamaños y colores. Sólo unos
pocos hablaban entre sí, el resto sólo se miraba y casi todos bostezaban
intercaladamente. Sofía se paró al lado de una columna. –Buenos días,
Ucapcinos, por favor, hagan un círculo –dijo el hombre con entusiasmo. Todos
los aludidos se fueron formando con la alegría de una marcha fúnebre. –Vamos
chicos, dónde está el entusiasmo, esta es su primera actividad e intentemos
divertirnos –exclamó. Los chicos estaban callados, sólo pensaban en volver a
sus camas y continuar con su mejor actividad matutina, por ahora, dormir.
–Yo soy
Ramiro Gámez, tengo 22 años, estoy en octavo ciclo de la carrera de Psicología,
soy de Arequipa, me gusta el rock, soy aficionado a los mangas y durante las
actividades de bienvenida seré su coordinador –dijo presentándose –ahora quiero
que uno por uno hagan lo mismo, ¿algún voluntario? ¿nadie? Bueno empieza tú
–dijo señalando a un muchacho con capucha negra.
jueves, 12 de julio de 2012
Sueños 5
Sofía
trataba de dormir, daba vueltas en la cama, extrañaba su amplia king size con
almohadas de plumas de ganso, eran tan suavecitas, pensaba mientras le pegaba a
la piedra en la que tenía apoyada la cabeza. Mira hacia el techo, coloca las
manos detrás de su cabeza, cierra los ojos y suspira. Pasan los minutos. Abre
los ojos, mira el reloj, sólo habían pasado 5 minutos, muerde la colcha
ahogando un grito para que Marlen no se moleste. Sonríe –quién iba a decir que
a la loca le gustan los ositos de peluche –dijo y soltó una carcajada, se llevó
la mano a la boca tratando de callar la risa, pero el imaginar a esa chica
abrazando un osito era muy surreal.
Marlen
Antonia Palomino Cáceres (sí, Antonia) era una chica de 1.60 cm, no era gorda,
pero tampoco flaca, tenía sus rollos y no hacía ningún tipo de intento de
acabar con ellos. Ella era feliz así. Siempre vestía con estilos mezclados
hippie, yupi, grupi y, a veces, groovy. Era de clase media, vivía en un barrio del
populoso cono norte y estudió en un colegio nacional cerca a su casa. Siempre
fue estudiosa y su sueño era ingresar a la UCAP. Sus padres, una técnica de
enfermería y un operario de la fábrica de fierros, le habían enseñado que todo
en la vida cuesta, que a ellos nada les iba a caer del cielo. Le ensañaron a
respetar y a valorarse, pero nunca pudieron quitarle ese pequeño resentimiento
hacia las personas con dinero. Marlen nunca pasó carencias, pero siempre
maldijo su suerte por estudiar en una escuela tan básica, sus padres no podían
pagarle otros estudios. Marlen tenía el cabello negro, grueso y esponjoso un
poco más abajo de los hombros, de tez clara y ojos negros. Para ella, la gente
se dividía en los que tienen plata y los que no, los que tienen la vida fácil y
los que no, los que son como Sofía y los que son como ella.
miércoles, 11 de julio de 2012
Sueños 4
Estaba parada bajo el chorro de agua, disfrutaba de
ese contacto, movía el cuello y cantaba a bocajarro. Estaba sola y cantar le
hacía bien. –Cállateeeee!!! –gritaron mientras golpeaban la puerta del baño. –Yaaaaaa!
No grites –Sofía lanzó un suspiro –me había olvidado de que la loca también
vivía acá…esto va a ser un maldito infierno – apoyó la cabeza en la pared de la
ducha, cerró la llave, deslizó la puerta y tomó la toalla de felpón rosa para
secarse. Se puso una toalla en la cabeza y con la otra se envolvió a la altura
de los senos, cogió sus cosas, respiró hondo y salió.
Marlen estaba parada frente al baño con los brazos cruzados. Qué? –dijo
Sofía, –encima lo preguntas, mira niñita…–empezaba a decir Marlen, pero
Sofía levantó la mano haciéndole una señal de stop,
–Yo no sé qué
carajo te pasa, no soy tu amiga, pero tampoco tu enemiga, que yo sepa. Si estás
molesta porque canté en el baño, lo siento, no sabía que estabas acá…–
–Vivo acá, por si
no te enteraste –dijo Marlen con sorna
–Ya sé qué vives
acá y si hubiera sabido que estabas de vuelta bajaba la voz, sé comportarme
–decía Sofía.
–Sí, claro –murmuró
Marlen
–Cuál es tu maldito
problema? –dijo levantando la voz
–Tú eres mi maldito
problema, tú…–
Sueños 3
Luego
de 40 minutos llegaron a la residencia estudiantil. Sofía miraba anonadada el
lugar, el taxi llevaba un buen rato recorriendo el frontis y no llegaban a la
puerta principal. Era inmenso –parece una fortaleza –pensó. El taxi estacionó
en la entrada mientras Marlen pedía el permiso para ingresar, se los dan y el
auto se pone en marcha.
El
recorrido hasta la entrada del edificio mayor estaba custodiado por palmeras y
algunas fuentes de mármol. Guau! Es precioso –exclamó Sofía, la verdad que sí,
era un palacete virreinal y ahora lo han cedido para los dormitorios de los
estudiantes –acotó Marlen. Sofía giró sorprendida, ninguna había emitido palabra
en todo el camino, Marlen estaba incómoda – la puta madre, yo y mi bocota-
pensó, no quería ser ella quien diera el primer paso, pero allí estaba, como
siempre, dando respuesta a todo.
El
taxi se estacionó en la entrada del edificio, las muchachas bajaron, Sofía sacó
las maletas de la cajuela y buscó su billetera, -tranquila, pago yo –sentenció Marlen
entregando el billete al chofer. Subieron las escalinatas jalando las maletas,
el auto se puso en marcha.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)